Personajes:
Raymundo tiene 52 años es chileno y es encargado de un edificio en recoleta y aunque vive ahí, nunca se sintió parte del lugar. Alto y de piel oscura, todavía no encontró respuesta a la pregunta que lo atormenta algunas noches y es ¿para que esta en esta vida?
Jimena es una propietaria de un piso en el edificio en el que Raymundo trabaja, fue una de las diez personas más ricas de Argentina y perdió gran parte de su fortuna en juicios laborales y abogados algo que lamento mas que la muerte de su marido hace ya veinte años. Delgada y rubia, cree que el único objetivo que mueve su vida es recuperar su fortuna y pasa su vida sintiendo que no pertenece al lugar donde esta.
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Raymundo se levanto una mañana creyendo que encontró un sentido a su vida: ayudar a los chicos autistas con un invento que revolucionaria el mercado, pero que necesitaba apoyo económico importante, por eso tomo coraje, un vodka, y fue a ver a la señora Jimena que para los negocios tiene buen ojo. La respuesta fue terminante NO, no iba a poner fondos para ese proyecto, que por más ayudador que fuese, no era para una empresaria como Jimena algo que de réditos económicos importantes, cosa que a Raymundo no le interesaba ya que el solo quería sentirse útil en esta vida.
Raymundo se propuso convencer a Jimena para que le otorgue el capital y para eso intento enamorarla: Le regalo flores, le invito comida, le regalo perfumes, a lo que Jimena respondía con rechazo e indiferencia y Raymundo, que nunca fue alguien muy interesado en las mujeres, empezó a sentir que su sueño se alejaba.
Un día doña Jimena salía a la calle y Raymundo la salvo de que la atropelle una ambulancia, pero ella que tenia un corazón de piedra no se conmovió ante este descendiente de mapuches y le rogó que por favor no la toque y que de seguir molestándola pediría a la policía que intervenga.
Raymundo:- “Por favor señora Jimena necesito la platita para pagar el inventito son 10 mil pesos aa”
Jimena:- “Óigame bien Raymundo si me sigue torturando con lo mismo voy a hablar con la administración y voy pedir por favor que lo aparten de su puesto porque me esta volviendo loca señor ¿me vio cara de banco?
Ante este panorama la depresión asomo muy duro en la vida de este encargado de edificio. Una noche de no importa que año ni que mes y menos que día, Raymundo subió a la terraza, miro las estrellas y decidió poner fin a su vida. Siguiendo el ejemplo de otro grande como Olmedo y bajo los efectos del acido lisérgico que solo le potencio si angustia, “El Chileno” como le decían sus colegas, se suicido. Su cadáver fue encontrado la mañana del otro día ya que con la oscuridad de la noche no se lo notaba.
Jimena respiro aliviada.
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